lunes, 15 de febrero de 2016



La litosfera (de la palabra del griego que significa literalmente "esfera de piedra") es la capa más superficial de la Tierra sólida, caracterizada por su rigidez. Está formada por la corteza terrestre y por una zona externa del manto y "flota" sobre la astenosfera, una capa “blanda” que forma parte del manto superior. Tiene un espesor que varía entre aproximadamente 100 km para los océanos y 150 km para los continentes y es la zona donde se produce, en interacción con la astenosfera, la tectónica de placas.
La litosfera esta fragmentada en una serie de placas tectónicas o litosféricas, en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos endógenos, como el magmatismo (incluido el vulcanismo), la sismicidad o la orogénesis. Las placas pueden ser oceánicas o mixtas, cubiertas en parte por corteza de tipo continental.

Núcleo:

 

Es la capa mas interna del planeta se extiende desde los 2,900 km hasta el interior de la Tierra, situado a 6,321 km de profundidad media. El núcleo representa el 61% del volumen terrestre y el 31% de la masa planetaria. Tiene altas temperaturas (5,000-6,000°C). Las ondas sísmicas permiten subdividirlo en dos partes.

El núcleo externo: se sitúa entre los 2,9000 y los 5,120 km de profundidad y, pese a las enormes presiones que soporta, se interpreta que debe encontrarse en estado líquido.

 El núcleo interno: Es sólido y en él las densidades aumentan hasta los 13g/cm3.


Manto:



Se encuentra por debajo de la corteza y se extiende en la profundidad con un grosor aproximado de unos 2,865 km. Este conjunto rocoso presenta el 84% del volumen del planeta y el 69% de su masa total. En el manto se pueden  distinguir dos partes:

El manto superior: tiene un espesor aproximado de unos 1000 km. En el manto superior se puede distinguir una capa llamada astenosfera

El manto inferior: parece tener un a composición mas homogénea.

Corteza:


Es la capa más superficial y delgada. Su papel es fundamental en la dinámica de  la tierra y en sostenimiento de la biosfera. En ella se distinguen dos conjuntos de distinto espesor y composición: la corteza oceánica y continental.

La corteza oceánica: se encuentra en el fondo de las zonas mas profundas de los océanos. Cubren  un 53% de la superficie del planeta. Tiene un espesor que oscila entre los 6 y 12 km.


La corteza continental: cubre un 47% de la tierra y se encuentra a la vez, en las zonas emergidas del planeta y en las partes sumergidas de algunos continentes. Su grosor se sitúa entre los 25 y 70 km. Es mas profunda por  debajo de las grandes cordilleras. Su estructura y composición son bastantes complejas.